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manifiesto
Si Baudrillard levantara cabeza, pediría volver a la tumba: vivimos en una hiperrealidad digital, mediatizada por intereses digitales. A través de símbolos deformes y cambiados, el futuro que internet prometió se ha convertido en un pozo de mierda que nos devuelve la mirada, consumiéndonos e impidiéndonos pensar.
¡INCONCEBIBLE!
El arte no es «contenido». Toda obra de arte merece ser analizada y desgranada. Con cariño o sin él, debemos profundizar en lo que vemos y leemos, adentrándonos en las cuevas de aquello que voluntaria o involuntariamente no permitimos salir a la superficie. A través de críticas queer o lentes despiadadas, desmontaremos aquello que los algoritmos™©® han decidido que «consumamos».
Desde la cifi, la fantasía, apoyados en gigantes como Le Guin y Jemisin, queremos crear un mundo mejor, en el que el arte sea lo que prime.